miércoles, 29 de diciembre de 2010

2011

Lo queramos o no sólo tenemos tres alternativas: el ayer, el presente y el mañana. Y ni siquiera tres porque como dice el filósofo el ayer es ayer nos pertenece sólo en el recuerdo: a la rosa que ya se deshojó no se le puede sacar otro pétalo.
Las cartas por jugar son solamente dos: el presente y el día de mañana. Y ni siquiera dos porque es un hecho bien establecido que el presente no existe sino en la medida en que se hace pasado y ya pasó... como este año.
En resumidas cuentas sólo nos va quedando el mañana: levanto mi copa por ese día que no llega nunca pero que es lo único de lo que realmente disponemos.
Feliz 2011

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