Hay actores famosos que no serían tales sin el arte de fumar, como hay "hombres de honor" a quienes sólo les aporta alguna autoridad el tabaco negro que van fumando mientras acumulan quinquenios. Bogart era un gran actor, pero sobre todo era un personaje. El cine ha tenido sus tótems y sus tabúes. Primero el león de la Metro, luego el bigotito de Chaplin, las ligas de Marlene y así todo un repertorio selecto que culmina en la gabardina de Bogart. El cigarrillo de Bogart era un tabaco cínico que le permitía al héroe hacer pausas, silencios de donde nacían sus frases hoy universalizadas: "siempre nos quedará París".
¿Siempre nos quedará el tabaco? Me temo que sí, porque el hombre es poco más que un alegre suicida.
http://www.youtube.com/watch?v=wDN_TwTrFj8
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